Nuestra música no está en cds amontonados en la estantería.
Está en momentos guardados en canciones, cada uno con su melodía de fondo y su filtro de color. Cada canción es una manera de ver la vida y de entenderla.
"En la cama. Between the bars. De la monarquía a la criptocracia, The dreamer, Pegado a ti, Boys don't cry, Pesadilla en el parque de atracciones, Tímidos, 1999, A lack of color, Real love, Mardy Bum, Música de ascensores o A cualquier otra parte".
Es igual. La cuestión es escucharlas en el momento adecuado. O mejor, adecuar el momento a cada canción. Cerrar los ojos, zambullirse en la música con la nariz tapada y los oídos bien abiertos, y nadar por el mar de la tranquilidad. O de la alegría, la nostalgia, el recuerdo, la emoción, la ingravidez, la ausencia, la satisfacción, el miedo… el mar que más te apetezca.