Plano fijo en claroscuro


y luego inmersa en mis delirios.
"Bendito sea el caos, porque es síntoma de libertad"

 


Entre las flores del campo





Y desde entonces sigo buscando. A ver si se ha perdido entre las flores del campo. A ver si se ha perdido entre planetas girando.








Barcelona es una amante de la que cuesta separarse.
Mis despedidas con ella son cada vez más dolorosas.

Nuestra música no está en cds amontonados en la estantería.
Está en momentos guardados en canciones, cada uno con su melodía de fondo y su filtro de color. Cada canción es una manera de ver la vida y de entenderla.
"En la cama. Between the bars. De la monarquía a la criptocracia, The dreamer, Pegado a ti, Boys don't cry, Pesadilla en el parque de atracciones, Tímidos, 1999, A lack of color, Real love, Mardy Bum, Música de ascensores o A cualquier otra parte".
Es igual. La cuestión es escucharlas en el momento adecuado. O mejor, adecuar el momento a cada canción. Cerrar los ojos, zambullirse en la música con la nariz tapada y los oídos bien abiertos, y nadar por el mar de la tranquilidad. O de la alegría, la nostalgia, el recuerdo, la emoción, la ingravidez, la ausencia, la satisfacción, el miedo… el mar que más te apetezca.